Mensaje de Mayo 7 2023

Caminando sobre las aguas

Mensaje de Mayo 7 2023 – Mensaje de Nuestro Señor Jesus

Invocar los dones del Espíritu Santo

 Nuestro Señor dice: “Mi querido hijo, una vez dije que el que cree en mí y cree en el amor del Padre hará cosas más grandes que yo.

Porque yo te amo y yo soy el camino, la verdad y la vida, y quiero que sigas mi camino en el amor y el poder de la luz para creer en la esperanza de milagros que puedas cumplir a través de mis manos, y por mis manos, la mano de mi Padre. Porque no puedo hacer nada sin Él, le amo.

Y somos uno para dar y renovar la vida mediante el poder del Espíritu Santo. Invoca los dones del Espíritu Santo recibiendo primero al Espíritu en tu corazón cada día y pidiéndole que te guíe”.

‘Sí, Señor mío. Te pido, Espíritu Santo, que me guíes en el amor de Jesús. Señor mío, llévame. Iré adonde tú me guíes y que la alegría reine eternamente en mi corazón por medio de ti por amor a los demás y por la paz’.

Al hacerlo, rechazan el amor de nuestro Padre

 Jesús dice: “Hijo mío, yo soy el camino, la verdad y la vida.

El que viene a mí, viene también a mi Padre, porque yo estoy en mi Padre y él está en mí. Estamos unidos como uno solo. Todo lo que se cumple por mí, mi Hijo, se cumple por el amor eterno de mi Padre, que tiene la vida, que creó la vida, para que los hombres vivan para glorificarle.

Pero tan pocos desean vivir el camino de mi misericordia al llamarlos al arrepentimiento. Tan pocos desean buscar mi amor y al hacerlo, rechazan el amor de nuestro Padre.

Mi querido hijo, que todo lo que hagas, lo hagas por amor a nuestro Padre para honrarlo y glorificarlo, a través de mí, viviendo el ejemplo de mi amor que te he enseñado, el ejemplo que deseo que viva toda la humanidad. Mi Corazón llora por mis hijos que rechazan el amor de mi Padre.

Que tu corazón esté siempre en paz al venir a mí, al buscar mi amor para colmarte.

Sí, mi querido hijo, busca mi amor con todo tu corazón. Y permíteme darte vida y renovar tu vida cada día amándome. Nada deseo más de ti que amarme y recibir mi Corazón, en estas palabras, para el corazón de mis hijos.

Sí, mi querido hijo, deja que tu corazón cante hoy mi amor. La paz. Reza por la paz. Te amo y estoy siempre contigo”.

La paz a través del rezo del rosario

 Nuestro querido Jesús dice: “Sí, mi querido hijo, mi Corazón, clama por la paz en nuestro mundo de hoy que se ha olvidado de Dios. Pero yo seguiré llamando a las almas a mi misericordia y a que se arrepientan, a que preparen sus corazones para recibirme y a que preparen sus corazones para mi segunda venida.

Sí, mi querido hijo, mi segunda venida de amor y de esperanza. Y doy las gracias a los que han escuchado mi llamada. Doy las gracias a los que me han amado. Paz, camina por el sendero de la luz y caminarás por el sendero de la paz.

Continúa rezando el rosario cada día y deja que las oraciones inunden tu corazón de luz y de un mayor amor por mí, y por tus hermanos y hermanas. Paz a través de la oración y paz a través del rezo del rosario.

Te quiero y siempre estoy contigo”.

Tú y yo, y yo y tú

 ‘Señor mío, ayúdame a ser fuerte, pues mi fuerza sólo puede venir de ti. Tú y yo, y yo y tú, por tu misericordia acogerme.

 Sí, mi Señor, te pido más fuerza y valor para cumplir tu Voluntad, y para cumplir este camino de amor’.

 Nuestro Señor dice: “Ven ahora, hijo mío, ven a mí y te mostraré el camino. Te guiaré en la gloria de mi amor y de mi paz”.

Ve y regala a otros mi vida

 Nuestro Señor y Salvador dice: “Mi querido hijo, yo estoy siempre contigo y tu corazón ha sido agobiado por los acontecimientos de esta última semana. Pero debes saber que te amo y que honro tus gritos por aquellos a quienes amas. Escucho tu voz dentro de mi Corazón.

Sí, mi querido hijo, oigo tus gritos por mis hijos. Alégrate, alégrate en el asombro y el amor de las gracias eternas de la alegría de mi resurrección.

Sí, medita en el misterio y la esperanza de mi resurrección que venció toda muerte y oscuridad para dar vida. Porque yo soy el camino, la verdad y la vida, hijo mío.

Sí, alégrate, permíteme que hoy eleve tu corazón de alegría y eches sobre mí tus cargas, las que has sufrido por los demás, unida a mi Corazón doliente en la Cruz.

Sí, alégrate. ¿No sientes que el Espíritu de mi amor entra en tu alma? Que las estrellas que florecen en la noche sean signo de vida y de esperanza para tu alma, para toda la humanidad.

Ve, mi querido hijo. Ve y dale a otros el regalo de mi vida”.

Busca todo lo que es bueno, puro y verdadero

 Jesús dice: “Mi querido hijo, el poder de mi Espíritu es el poder de la vida para vencer toda muerte y oscuridad, para vencer todo pecado a través de mi victoria en la Cruz. Alégrate, alégrate del poder de la luz de mi Espíritu dentro de ti.

Sí, regocíjate en el amor que deseo que inunde tu alma. Sé que no te hablo de manera normal. Pero tu vida, como te dijo una vez el ángel Gabriel, nunca será normal, hijo mío. Busca sólo seguirme. Busca todo lo que es bueno, puro y verdadero.

Te hablaré el tiempo que sea necesario para liberar tu alma del peso de la tristeza que has sentido por aquellos a quienes amas. Sí, déjame quitártelo todo”.

‘Sí, Jesús mío, te lo doy todo. Me traes tanta alegría, mi Señor. Tú me traes tanta esperanza. Me has dado días de esperanza sin fin y sólo te pido ser obediente a tu senda, a tu camino, a tu vida que sacrificaste por mí.

 Señor mío, escucha mi corazón y da fuerza al alma por la que he rezado. Renueva su corazón en tu misericordia y en tu esperanza.

 Sí, te doy gracias y que la luna que brilla tan plenamente esta noche tome mi corazón en el poder de toda la creación, unido a ti por el poder del Espíritu Santo en tu amor. Tómame como tu deseo, inspírame, fortaléceme, renuévame con tu valor y déjame caminar hacia adelante en la paz de sólo amarte, pues sólo deseo amarte a ti, mi Señor. Lo he deseado a lo largo de mi vida con cada debilidad, con cada pecado, con cada gracia que me has dado que me redime y me acoge entre tus brazos de misericordia’.

La luz de mi misericordia: redimir, perdonar, fortalecer

 Nuestro Señor dice: “Mi querido hijo, la luz de mi misericordia es la luz de mi esperanza para vencer todo pecado y tristeza y dolor dentro de las almas. Es para redimirlas, para perdonarlas, para darles fuerza.

Hijo mío, se te ha dado todo, pero te ves a ti mismo como nada. Eres mi hijo, un hijo de la gracia y de la luz. Déjame llenarte de la fuerza de mi Corazón, sabiendo que nuestros corazones están unidos y que puedes hacer todas las cosas a través de mí si lo deseas. Sanarás a los enfermos y a los quebrantados de corazón. Inflamarás sus corazones de amor y los llevarás a mi Cruz.

Cantarás un nuevo camino de un nuevo día en mi misericordia”.

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