Mensaje de Mayo 19 2023

Caminando sobre las aguas

Mensaje de Mayo 19 2023 – Mensajes de Nuestro DIOS y Jesus

No tengas miedo, sino espera en mi amor cada día

 Nuestro Señor dice: “Mi querido hijo, la misericordia de mi Cruz, la misericordia de mi pasión, muerte y resurrección es la misericordia de mi amor para perdonar, sanar el corazón y renovar vuestras vidas.

No hay amor más grande que éste, hijo mío, que amar a Dios sobre todas las cosas y amar a tus hermanos y hermanas, compartir con alegría, la esperanza y la paz de mis mensajes. Donde estás ahora es donde te he llamado a estar”.

‘Señor, te pido que por favor pongas en orden cualquier acción, pensamiento o palabra que pueda haber puesto mi vida fuera de orden, fuera de tu Voluntad, para cumplir tu Voluntad cada día con amor. Guíame en tu misericordia y guíame en la paz de tu esperanza cada día. Te amo, Señor mío. Te amo’.

 Jesús continúa: “No temas, hijo mío, sino espera cada día en mi amor”.

‘Sí, Señor mío, que la gloria eterna de la luz de tu amor me consuma. Gracias, gracias por todas las cosas buenas, puras y verdaderas que me das en tu amor. Porque cuando te recibo, es como si no existiera nada más.

 Padre, realiza en mí esta obra y concédeme cada día la paz de tu misericordia’.

Yo soy tu Padre de amor

 Dios, nuestro Padre, habla: “Mi querido hijo, yo, tu Padre, estoy contigo. Y te he llevado al corazón de tu Padre celestial. ¡Alégrate! ¡Alégrate!”

‘Padre, gracias por tu misericordia. Yo no lo sabía. Gracias por salvar a mi padre porque amaba tanto a Jesús’.

 Nuestro Padre continúa: “Sí, mi querido hijo, tu madre está con él y están unidos en el don eterno de mi amor. Y que te regocijes recordando todo lo que fue bueno y es bueno, los recuerdos de tu isla donde creciste y viviste, los recuerdos de tus dulces abuelos, pues sus corazones también están conmigo. Sí, mi querido hijo”.

‘Padre, me has bendecido de muchas maneras. En la oración de Jabes, Padre, derrama tus gracias y bendiciones sobre mí, expande mi territorio, mantén tu mano sobre mí, Padre, y protégeme del mal, para que no cause daño a los demás.

 Sí, Padre querido, expande en mí el territorio de tu amor. Multiplica en mí los frutos de tus gracias y bendiciones. Tómame como quieras, pues nada quiero en este mundo. Sólo quiero amarte, y pongo mi corazón y mi alma en tus manos para que me proveas de lo que desees. Tú tienes el poder de hacer todas las cosas, pero lo más importante, concédeme el don del poder de tu amor, fe y esperanza dentro de mí cada día.’

 Nuestro Padre concluye: “Hijo mío, que el fuego vivo de mi amor divino se derrame en ti como un don sagrado de mi Corazón”.

‘Querido padre, sí.’

“Mi querido hijo, alégrate y mira todo lo que es bueno. Alégrate siempre en tu Señor y Dios, porque yo soy tu Padre de amor”.

Ten esperanza en la misericordia de mi amor

 Nuestro Señor Jesús dice: “Mi querido hijo, regocíjate, regocíjate, en la misericordia del poder de mi Cruz. Alégrate en arrepentirte cada día, alégrate en mantener tu corazón puro y blanco como la nieve como una virgen de mi amor.

Sí, entrégame tu corazón y te guiaré en mi misericordia”.

‘Te amo, Jesús. Tómame, consúmeme en tu amor cada día.

 Sí, pido perdón por mis pecados y por los del mundo entero. Porque una vez dijiste que pecado es todo lo que separa nuestro corazón del Corazón de Dios. Oh mi querido y eterno Señor, tómame y consúmeme en tu misericordia y que el poder de tu Cruz y resurrección sea mi fuerza’.

 Jesús dice: “Espera, mi querido hijo, ten esperanza en la misericordia de mi amor.”

Permite que mi amor y mi alegría te traigan paz en este día

 Nuestro Señor dice: “Mi querido hijo, yo estoy contigo. Deja que la misericordia de mi amor y la esperanza de mi alegría te traigan la paz en este día.

Sí, reza cada día por la paz y la alegría dentro de tu corazón, porque a través de la paz verás mi camino más claramente, y a través de la alegría recibirás la fuerza de conocerme y confiar en mí, tu Salvador.

Me complace que hayas venido a verme esta noche”.

‘Señor mío, soy indigno de tu amor. Guíame en la esperanza de tu misericordia y en la verdad de la alegría de tu paz. Lléname de tu luz’.

 Jesús dice: “Sí, mi querido hijo, permíteme llenarte con la luz eterna de mi presencia dentro de tu corazón, permíteme guiarte como deseo y verás el camino con gran fuerza y esperanza.

Te amo y estoy contigo. Ven a mí ahora, ven entre mis brazos de amor”.

Hazlo todo con esperanza en el amor de la fe

 Nuestro Salvador dice: “Mi querido hijo, ven ahora, ven entre mis brazos de amor y te guiaré eternamente en mi misericordia y en la fuerza de mi esperanza cada día.

Sí, deja que la paz de mi esperanza te guíe, haciendo todas las cosas con esperanza en el amor de la fe. Que la eterna misericordia del poder de mi Cruz te sostenga”.

‘Oh Espíritu Santo, ven a mi corazón y dame la paz de la alegría de Jesús. Concédeme la paz de la alegría de su amor’.

 Nuestro Señor dice: “Sí, mi querido hijo, estoy aquí y estoy presente en el amor. Yo, tu Jesús, de amor misericordioso y con la eterna compasión de mi Corazón que perdona en toda circunstancia, ofrezco este perdón a mis hijos.

Sin embargo, tan pocos vienen a mí para arrepentirse. El mundo necesita más conversión y paz. Es la única vía en el camino de la salvación”.

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