Mensaje de Marzo 26 2023

Caminando sobre las aguas

Mensaje de Marzo 26 2023 – Mensaje de Nuestro Señor Jesus

Te llevaré a la gloria de la luz

Nuestro Señor dice: “Sí, mi querido hijo, alégrate”.

‘Señor mío, me regocijo en ti. Cúrame, llévame hoy a nuevas alturas en tu amor. Llévame a nuevas alturas en tu misericordia’.

Jesús continúa: “Sí, mi querido hijo, cuando abras tu corazón para recibirme, para recibir mi amor, te llevaré a la gloria de la luz y serás consumido por el amor eterno, el amor divino y puro. Hijo mío, descansa ahora”.

Jesús se aparece ahora y me pide que entre en sus brazos para que pueda descansar mi cabeza sobre su hombro de amor y misericordia.

Están cegados por la justicia propia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 Ahora estoy teniendo una visión. Es de Jesús en la Cruz. Está colgado sin vida, con la cabeza inclinada hacia abajo en señal de humildad. El cielo detrás de la cruz es de un blanco luminoso, y del cuerpo de nuestro Señor comienza a brotar sangre. Ahora me pide que levante la mano, la mano derecha, y allí aparece la herida de su crucifixión.

 Jesús dice ahora: “Mi querido hijo, ofrezco a tu corazón la luz eterna de la herida de mi crucifixión, para que te unas cada vez más estrechamente a mis sufrimientos en la Cruz y para que te dé hoy mi amor divino que llene tu corazón de misericordia y de esperanza.

Sí, mi querido hijo, estate en paz, porque hay tantas almas en el mundo que están sufriendo, y tienen necesidad de mí, pero sin embargo siguen negándome. Lloro desde el Corazón de mi Cruz por todas las almas, por todos mis hijos necesitados de amor.

Sí, mi querido hijo, ve y dales mi amor”.

‘Sí, mi Señor. Jesús, siento que sufras tanto por mis pecados y los del mundo’.

 Nuestro Señor crucificado continúa: “Hijo mío, sufro incluso por aquellas almas que se creen justas en mi nombre y, sin embargo, en su orgullo y en su ego están cegadas. Están cegados por la justicia propia, y piensan que no son pecadores y no me confiesan sus corazones.

Llamo a todos mis hijos a que se arrepientan y confiesen su corazón a mi Corazón, para pedir perdón por sus pecados. Espero siempre en la misericordia de mi Santa Cruz que redime y renueva la vida por mi muerte y resurrección apasionada.

Te amo y yo, tu Señor, estoy siempre contigo”.

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