27 de julio de 2020 Mi querido hijo, como dije una vez: has oído, “amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo”, pero Yo os digo, mi querido hijo, amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que sean hijos de vuestro Padre celestial, porque Él hace que el sol salga sobre los malos y sobre los buenos, hace que caigan lluvias, sobre los justos y sobre los injustos.
Porque si amas a los que te aman, ¿qué recompensa tendrás, Mi querido hijo? Qué recompensa tendrán, mis queridos hijos, por la bendición de Mi Padre para todos mis hijos en todo el mundo, tan necesitados de mi misericordia y mi llamada a la salvación, al arrepentimiento, a la conversión en paz?.
Estoy llamando a todos mis hijos a amar a sus enemigos, a apartar sus corazones del resentimiento y la ira, del orgullo y la falta de perdón, y a ser misericordiosos y compasivos como Yo soy misericordioso y compasivo, a seguir mi ejemplo de amor.
Oh, mi querido hijo, deseo para todos mis hijos en todo el mundo que todos ellos aprendan a amar con mi ejemplo, a aprender a vivir con mi ejemplo, porque el amor lo cumple todo. Habría una gran paz en sus corazones, y la paz en todo el mundo comienza en el corazón a través del amor.