Mensaje de Febrero 1 2023

Caminando sobre las aguas

Mensaje de Febrero 1 2023 – Mensaje de Nuestro Señor Jesus

Ninguno de mis apóstoles fue perfecto, sino que yo los perfeccioné

Nuestro Señor Jesús dice: “Mi querido hijo, ven a mí y déjame amarte”.

‘Jesús, te pido perdón por mis pecados y los del mundo entero’.

Nuestro Señor continúa: “Hijo mío, donde hay misericordia, hay compasión y donde hay compasión hay amor. Sigue tu camino siguiendo la luz de mi amor que tengo por ti, y por tus hermanos y hermanas.

No quiero que se haga nada sin amor, hijo mío. ¿De qué sirve difundir un mensaje de amor sin comprensión? Ninguno de mis apóstoles era perfecto, pero yo los perfeccionaba cada día en la alegría de mi amor. No hagas nada sin amor, todos deben trabajar juntos, si sus corazones se confirman para ser fieles a lo que les he llamado a cumplir.

Tu mayor responsabilidad es recibirme, es recibir cada día mis mensajes de amor. Y sí, repetiré tantas veces la palabra amor, porque tantas veces no se escucha, hijo mío. Los corazones de mis hijos están necesitados de amor. Sin embargo, tantos eligen no seguir el camino de la luz.

Planea ahora volver a casa con alegría, pues yo te perdono todo. Donde has mostrado misericordia, yo te daré misericordia, porque tu corazón ha estado con los corazones de mi pueblo.

Ahora es mi momento perfecto para llevarte entre ellos de la manera que yo deseo, no que otros deseen, sino que es mi camino que es el camino del amor.

Sé dentro de tu corazón que comprenderás mi mensaje. He unido mi Corazón a ti tan estrechamente y deseo que cumplas mi Voluntad, según el camino del Evangelio. Siempre habrá opiniones diversas en la humanidad del hombre de carne y hueso, de sus heridas y de su orgullo.

Pero quiero que hagas esta única cosa y es que me recibas cada día como lo haces ahora para gloria de mi Padre. Entrégame tu corazón, amor mío, y sigue mi camino con alegría y acción de gracias. No te preocupes por cómo voy a realizar esta obra, pues la dirigiré por medio de mi Espíritu de amor y te guiaré en ella y a través de ella para gloria de mi Padre.

Deja que tu corazón esté en paz. No he hablado específicamente porque sé que ya comprendes el Corazón de mis palabras. Pero deja siempre que el amor, la compasión y la misericordia de Dios guíen esta misión mía, y será tu testimonio por los milagros que presenciarás.

Sí, darás testimonio de lo que he obrado a través de ti, no con orgullo o arrogancia en lo que puedo cumplir, sino con gran amor y humildad. Recuerda siempre que soy Yo quien estoy realizando esta obra a través de ti para los corazones de los demás.

Descansa ahora, amor mío. Descansa de mi gloria, porque la luz es verdadera y buena y brilla sobre ti. Dame tu corazón, y darás tu corazón al amor, para siempre.

Te quiero y siempre estoy contigo”.

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