Mensaje de Abril 22 2023

Caminando sobre las aguas

Mensaje de Abril 22 2023 – Mensaje de Nuestro Señor Jesus.

El camino es estrecho

 Ahora tengo una visión de Jesús. Está de pie sobre un pequeño monte de color verde brillante, cubierto de hierba que parece lisa y perfectamente cortada. No está de pie en la punta de este monte, sino dos metros o dos metros y medio más abajo. Jesús está vestido con la pureza del blanco, la pureza de la fe, y señala fuertemente con el brazo derecho extendido en una dirección. No sé si hacia el norte, el sur, el este o el oeste. Pero mi discernimiento de la visión es que está señalando hacia el norte en el Espíritu de la fe.

 Jesús dice: “Mi querido hijo, sí, entiendes el significado de la visión, que el camino es estrecho y se necesita mucha fuerza para que uno camine por la verdad de la luz del camino, mi camino de vida eterna.

Mi querido hijo, deja que tu corazón cante la misericordia de este camino de amor, donde puedes regocijarte en darme tu corazón cada día para seguir la verdad de la luz que te fortalecerá y guiará en mi misericordia.

Sí, mi querido hijo, sigue cada día el camino de la alegría de la luz para que puedas dar gracias a nuestro Padre por todo lo que te da, y en todas las cosas creadas puras y verdaderas de su Corazón.

Mantengo mi brazo fuerte y alto sin desfallecer y sin cansarme para que todos mis hijos busquen y sigan el camino de la luz, para que me busquen y me sigan a mí, su Salvador”.

‘Señor mío, te amo. Ven y tómame y déjame guiar por tu camino de alegría cada día’.

 Nuestro Señor responde: “Hijo mío, alégrate, alégrate en el nombre del Señor en la voz que se te infunde desde dentro de mi Corazón a tu corazón, y a dar gran amor a tus hermanos y hermanas.

Mientras hablamos, el poder del Espíritu no conoce límites. Es el poder de la luz que penetra todo el espacio y el tiempo para penetrar los corazones en mi misericordia. Avanzad en el espíritu de mi amor, porque nada es imposible para Dios, nada es imposible para mí, vuestro Salvador.

Repetiré estas palabras para que levantéis los ojos al cielo por la gloria y la esperanza del Corazón de mi Padre, vosotros dentro de él y él dentro de vosotros”.

Sí, camina hacia el poder de la luz

 Nuestro Señor y Salvador dice: “Mi querido hijo, canta, canta hoy la esperanza de mi misericordia. Canta mi amor y la verdad de todo lo que es bueno.

Sí, canta una nueva canción conmigo, tomando mi mano y dejándome guiarte hacia el poder de la luz del cielo que ahora brilla ante ti.

Sí, camina hacia el poder de la luz. Deja que consuma y penetre tu corazón con toda verdad, divina y pura, con mi esperanza y mi fuerza. Te llamo a ti y a todos mis hijos a vivir en la luz”.

‘Mi Señor, es hermoso, lleno de diferentes colores. Puedo sentir la luz que me atraviesa. Oh santo y eterno amor, concédeme tu bendición en este día para una fe más profunda en todas las cosas colmada por la alegría de tu corazón’.

Esta es la columna de fuego que se eleva a través de las aguas de mi misericordia

Nuestro Señor dice: “Mi querido hijo, sí, ven y toma mi mano. Te estoy esperando”.

Jesús aparece ahora ante mí a lo largo de la orilla de nuestros vastos océanos definidos individualmente por su nombre, pero unidos en el flujo de sus aguas por todo el mundo.

 Me mira y sonríe y me dice: “Vete ya, empieza a preparar tu viaje, empieza a preparar tu misión de amor y yo te guiaré.

Sí, ve ahora, mi Corazón es tuyo. Te he dado un gran regalo y los regalos de los corazones de mi pueblo que deseo que guardes en tu corazón”.

Una columna de fuego surge del agua. Se eleva y se eleva a los cielos y un torrente de almas dentro del fuego, del purgatorio, se elevan dentro de él; están siendo liberadas, llevadas al cielo. ‘Dios mío! Señor, me quedaré contigo para presenciar esta gran gloria’.

 Jesús continúa: “Hijo mío, ésta es la columna de fuego que se eleva a través de las aguas de mi misericordia para sanar y limpiar las almas. Ahora esas almas del purgatorio ascienden al cielo en mi amor.

Os amo y doy testimonio con este mensaje de que mi misericordia es más grande que cualquier pecado y mi esperanza se renueva eternamente en el corazón de todas las almas del cielo y de la tierra”.

Sólo ama a

 Noche de paz, noche santa. Todo está en calma y, gracias a Dios, todo es luminoso. En el silencio de la belleza de la noche, Él viene a mí en toda su majestad divina y verdadera, en toda su humanidad, compasivo con gran comprensión. Él sólo ama. Él es nuestro Salvador. Él sólo anima y trae alegría al corazón.

 ‘Señor mío, escucha mis gritos por los sufrimientos, por los dolores, de los que necesitan tu misericordia. Sí, escucha mis gritos por la buena voluntad de tus hijos. No quiero nada para mí, sólo amar, amarte a ti y amarlos a ellos, regocijarme en la sencillez y la belleza de la creación, verte en todas las cosas, verte en todas partes en todas las personas.

 Oh, Señor mío, protégeme de los que dicen amarme pero no siempre tienen la mejor intención para conmigo. Porque yo los amo y las intenciones, buenas o malas, no suplantan el perdón del amor y de tu misericordia. Enséñame a amar más, a estar más enamorado, a entregarte cada día mi corazón con amor’.

 Ahora estoy teniendo una visión de Jesús levantándose de la tierra con fuego rodeándolo. Sostiene una cruz. Es de oro. Simboliza el poder de la resurrección para comenzar un nuevo día, para caminar en el amor y para que Su amorosa misericordia se derrame sobre el mundo.

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